Poco a poco el llamado Internet de las
Cosas (Internet of Things, IoT) va penetrando hogares y ambientes empresariales
por igual. Debido a la promesa de interconexión,
la mayoría de los usuarios no ven con
mucha preocupación que dispositivos inteligentes invadan todos los espacios de
la vida diaria.
Los comerciales de dispositivos
inteligentes prometen un hogar y oficina inteligente prestos a satisfacer los
deseos del consumidor. Algunos ejemplos incluyen reconocimiento de voz que
siguen las ordenes del usuario, equipos electrónicos que se autoevalúan y se
conectan a la central de mantenimiento, envíos automáticos de correos que
ahorran dinero en faxes y papel, robots que aspiran o limpian, etc.
Poco a poco la automatización de la
oficina y la casa se va haciendo una realidad. Sin embargo, muchas de las
actuales ofertas comerciales de productos “inteligentes” aún no están lo
suficientemente maduros; y muchos productos no ofrecen las protecciones mínimas o
más avanzadas que plataformas móviles Android, iOS y redes empresariales
ofrecen.
Esta situación ha sido evidente en
productos de consumo popular y juguetes dirigidos al público infantil. Un caso
muy conocido fue el de Samsung y sus televisores que capturaban conversacionesdel usuario y enviaban la información a un tercero. Aunque las empresas involucradas, Nuance y
Samsung, son compañías serias, esta grabación automática se hacía por defecto.
En otras palabras, el dueño del televisor tiene que deshabilitar esta función
si no quiere que el TV envíe sus conversaciones a la nube para identificar si
quiere prender el aparato o no.
Otro caso reciente involucró a la
reconocida compañía de juguetes interactivos Vtech que sufrió un
ciberataque. Los autores del ataque hicieron pública la información privada de
mas de 5 millones de usuarios y la información incluyó fotos de niños y conversaciones privadas de chats.
Este ataque resaltó una vez más la
realidad que expertos en el área han venido advirtiendo hace tiempo atrás: no
hay protocolos ni políticas de cumplimiento que aseguren la privacidad de los
usuarios de la Internet de las cosas. Desafortunadamente, los múltiples casos
en las noticias indican que es mejor abstenerse de comprar y usar este tipo de
juguetes.
Como lo indica la revista Forbes,
la mejor opción es comprar un dispositivo usado Apple que aún permita
actualizaciones de software. Esta compañía es reconocida por actualizar
constantemente su software y arreglar posibles fugas de información.
Con la llegada de la navidad y la
abundancia de juguetes electrónicos y otras artefactos que se conectan a
Internet, el consumidor actual tiene que ser cuidadoso. Esto es especialmente
cierto cuando la privacidad de los pequeños niños está en juego. Es bueno tener
esto presente durante las próximas compras navideñas.